Sandra, simpatiquísima desde el primer momento, nada más entrar descubrió mi colección de peluches y anduvo deambulando por el estudio agarrada a su peluche sin que hubiera forma de separarla de el.
Un encanto de niña con la que disfruté un montón haciendole su reportaje fotográfico.
Espero que estas fotos tan simpáticas le guste un montón a su familia.