Con esta cara de recién levantada de la siesta y con estos pelos, me encontré a Carla en su casa cuando fui a hacer el reportaje fotográfico de su hermano.
Se me acercó y aproveché que su madre estaba preparando al bebé, para jugar un rato al escondite detrás de la cámara y hacerle esta serie de fotografías tan espontáneas y divertidas.
Solo por ver su sonrisa y por recordar el momento tan divertido que pasamos merece la pena subirlas a la pagina, espero que os gusten.
¡Hasta la próxima!