No siempre llevo la cámara encima pero si mi teléfono y me gusta aprovechar las posibilidades que me ofrece para hacer esas fotografías que parece que te llaman a gritos y llevármelas a casa en mi bolsillo.
Es una lastima que por no tener una buena cámara encima nos perdamos momentos que puede que no se vuelvan a repetir.
Además siempre es un reto conseguir buenas imágenes con las limitaciones que tiene el teléfono pero precisamente hay está la gracia, siempre lo he dicho.